En su charla titulada «La esperanza en los tiempos del cambio», Luis Recalde compartió una perspectiva iluminadora sobre la crisis climática actual y el papel crucial que juegan nuestras acciones para moldear el futuro del planeta.
Su mensaje no solo recalca la urgencia de la situación, sino que también invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva en la mitigación y adaptación a los cambios climáticos.
El cambio climático es una realidad innegable y, según Recalde, es un fenómeno propiciado por la humanidad. Los efectos de nuestras actividades industriales y cotidianas se manifiestan en fenómenos extremos como olas de calor, sequías prolongadas y cambios drásticos en los ecosistemas, como la notable bajante de ríos.
Un ejemplo contundente mencionado por Recalde fue el de Alemania en 2019, donde más de mil personas perdieron la vida debido a una ola de calor, resaltando la importancia de reconocer y registrar estos eventos para combatir eficazmente sus causas y efectos.
Paraguay, mencionado específicamente en la conferencia, se destaca como uno de los países más vulnerables al cambio climático en la región. La dependencia del país de la agricultura y su infraestructura basada en recursos naturales como los ríos, que están siendo afectados por sequías prolongadas, subraya la desigualdad frente a este desafío global. Las personas menos acomodadas sufren desproporcionadamente los impactos del cambio climático, lo que exige una respuesta más enfocada y equitativa.
A pesar de ser un emisor relativamente bajo de gases de efecto invernadero, principalmente debido a su energía hidroeléctrica, Paraguay enfrenta desafíos significativos debido a la deforestación y otras prácticas agrícolas que contribuyen a las emisiones de carbono. Sin embargo, también se presentan oportunidades únicas; en 2019, el país recibió una importante compensación por parte del Fondo Verde para el Clima por el carbono no emitido durante los años 2015 a 2017.
Esta compensación no solo reconoce los esfuerzos de Paraguay en la conservación del medio ambiente, sino que también destaca el potencial de políticas innovadoras que pueden servir como modelo para otros países.
El discurso de Recalde enfatizó la importancia de la mitigación y la adaptación. La mitigación busca reducir las causas directas del cambio climático, como las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que la adaptación se centra en minimizar los efectos de los cambios ya en curso.
Es crucial mejorar la infraestructura para que sea más resistente y asegurar que las ciudades y comunidades puedan enfrentar condiciones climáticas más extremas y frecuentes.
Finalmente, Recalde destacó la esperanza como un recurso indispensable en la lucha contra el cambio climático. La esperanza motiva a las personas a adoptar comportamientos más sostenibles y a participar en acciones colectivas que pueden marcar una diferencia significativa.
La conformidad social, según él, puede ser una herramienta poderosa para fomentar cambios positivos a través de decisiones personales y colectivas.
El mensaje de Luis Recalde es un llamado a la acción, no solo para los líderes y las grandes corporaciones, sino para cada uno de nosotros. Cada acción cuenta y la suma de nuestras decisiones puede inclinar la balanza hacia un futuro más sostenible. En «Los tiempos del cambio», la esperanza es más que un sentimiento; es la chispa que enciende la voluntad de luchar por un planeta que todavía podemos salvar.