En un mundo donde el deporte es frecuentemente dominado por figuras masculinas, Epifania Benítez emerge como una voz poderosa y transformadora en el ámbito del fútbol femenino.
Actual entrenadora de la selección femenina Sub 17 de Paraguay, Benítez no solo ha trascendido las barreras de género en el deporte, sino que también ha utilizado el fútbol como un trampolín para el desarrollo personal y profesional de muchas jóvenes en su país.
Desde muy temprana edad, Benítez encontró en el fútbol una oportunidad de cambio y progreso. Comenzó su carrera en el club Universidad Autónoma a los 20 años, un momento que marcó el inicio de su transformación personal y profesional.
El deporte no solo le ofreció una ruta hacia la educación secundaria y universitaria, sino que también le permitió adquirir habilidades y disciplina que serían fundamentales en su futuro.
La carrera de Benítez tomó un giro inesperado cuando una lesión en la rodilla amenazó con alejarla de los campos de juego. Sin embargo, lejos de rendirse, vio en este desafío una nueva oportunidad: la entrenadora.
Esta transición no solo salvó su beca universitaria, sino que también le abrió las puertas a un mundo global, permitiéndole recorrer diversas culturas y compartir su pasión por el fútbol femenino en múltiples escenarios internacionales.
El crecimiento del fútbol femenino es notable y Benítez ha sido testigo y parte de este fenómeno global. Citó ejemplos significativos como la Copa del Mundo de Francia 2019, donde 58,000 espectadores llenaron el estadio y más de mil millones lo siguieron por televisión.
En la Eurocopa femenina, más de 365 millones de personas sintonizaron los partidos. Además, mencionó el récord de asistencia de 91,553 espectadores en un clásico español entre Real Madrid y Barcelona, destacando la creciente popularidad y aceptación del fútbol femenino a nivel mundial.
En Paraguay, el progreso ha sido constante pero desafiante. Benítez destacó que actualmente, un porcentaje significativo de jugadoras en la primera división tienen contratos profesionales, un escenario impensable hace solo cinco años.
Este avance demuestra un cambio positivo hacia el reconocimiento y la profesionalización del fútbol femenino en el país. La esperanza de Benítez y de muchas jóvenes paraguayas es continuar este desarrollo hasta alcanzar niveles de competencia mundial.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta Benítez y el fútbol femenino en general es la ruptura de los estereotipos de género. La entrenadora hace un llamado apasionado a la sociedad para que reconozca y apoye el talento femenino en todos los ámbitos, no solo en el deporte. Su mensaje es claro: tanto hombres como mujeres deben tener el valor de perseguir sus sueños y romper las barreras que la sociedad impone.
Epifania Benítez no solo ha sido pionera en dirigir a una selección femenina en la historia de Paraguay, sino que también ha demostrado que el fútbol puede ser un catalizador para el cambio social y la igualdad de género.
Su historia y liderazgo inspiran a futuras generaciones a ver en el deporte una oportunidad para el crecimiento personal y la transformación social, marcando un antes y un después en la historia del fútbol femenino paraguayo.